lunes, 3 de junio de 2019

La evaluación y el currículo

Muchas veces me he cuestionado acerca de la importancia de los temas que TENGO que dar en matemáticas, y digo tengo, porque me los impone el Ministerio de Educación Nacional a través de los DBA y los Estándares Básicos de Competencias, en varias ocasiones surge la pregunta de mis estudiantes ¿y esto para qué me sirve en la vida?  Muchas veces lo he sentido como ganas de molestar, pero otras como premisa para reflexionar.

Durante estos años que he sido docente, me apasione más de las matemáticas cuando daba también Tecnología e Informática, sentía que podía trabajar más libre, que lo que planteaba en matemáticas de forma tan abstracta en Tecnología podía llevarlo a la huerta o a un programa hecho en Scratch, o a un dibujo para verlo en Realidad Aumentada o a un circuito, o a una maqueta, tenía más sentido lo que hacía. Ahora que soy sólo profesor de matemáticas, veo que hago parte de un sistema que fracciona la formación, y me concentré sólo en el aprendizaje de contenidos, porque debo tener un porcentaje alto de cumplimiento, porque si no, mi nota en la evaluación de desempeño baja, ¿cómo si cumplir sólo fuera transmitir información? Bueno, el sistema es el sistema, y esperamos no vivir en la desesperanza de esperar sólo un sueldo a fin de mes.

Tratando de no ser parte del problema, sino de la solución, encontré esta ponencia de Julián de Zubiría que me parece muy interesante, y que me motiva a seguir reflexionando sobre mi quehacer como docente, buscando hacer lo que le pido a mis estudiantes, trabajar en equipo con otros docentes.


domingo, 2 de junio de 2019

Estudiantes al 100%

Hace ya varios años inicié este blog, no he escrito mucho, tal vez porque no he sacado el tiempo para ello, simplemente escribir es un desahogo del alma... Ahora estoy en nuevo colegio, en el qué empece esta aventura de ser profesor, donde oriento matemáticas desde grado 6° a grado 11°, un colegio rural.

Pensando...

Quisiera que mi estudiantes de secundaria comprendan cada tema al 100%, para ello he aunado esfuerzos y tiempo para que lo hagan, pero los resultados no son lo que espero, aproximadamente un 60% de cada grado logra medianamente el propósito de cada taller.


Sé que como docente mi responsabilidad es que aprendan, pero pongo tareas... no las hacen, pongo actividades... pocos la desarrollan, otros simplemente se las copian a otros compañeros, explico y puede que estén callados pero no atienden, uso las TIC, uso Moodle pero muchos ni se esfuerzan.

Realmente no sé si me estoy quejando o estoy reflexionando, pero lo que me funciona con un grupo, con otro puede ser un desastre. Un punto crucial en todo esto es el respeto, de parte y parte, cuando prima este valor, la clase fluye, sino la clase se torna caótica y sin control.

En muchas ocasiones uno paso de alto las normas de convivencia que explica a principio de año, pero me toca ser reiterativo con ellas, recordando que somos un equipo y me incluyo como docente, porque por más rabia que pueda sentir, no lo puedo demostrar explotando, hay que ser conscientes que en el salón el adulto responsable y el profesor soy yo, quien debe saber manejar sus emociones para controlar la situación.

La serenidad para tomar las decisiones es una cualidad que hay que cultivar, el ser objetivos nos da la claridad de comprender que los jóvenes son jóvenes y en ocasiones quieren sólo lucirse a costa de otros a costa del profesor, hay que ser inteligentes sobre todo en la parte emocional para no caer en sus juegos y detener el irrespeto.

La serenidad y la paciencia deben estar ligados a la Tolerancia, pero "cuidado con lo que toleras, le estás enseñando a tus estudiantes cómo tratarte"

Retomando el hilo inicial de este escrito, no hay que perder de vista los ritmos de aprendizaje, y el estar continuamente preguntándonos ¿cómo aprenden mis estudiantes? Con los pocos años que llevo en esta labor docente, a veces creo que encontré la receta para mejorar mis clases, y resulta que cada día es diferente, pensaba que usando Moodle y preguntas calculadas iban a aprender mejor, y tal vez puede que sea así, pero hay que volver de vez en cuando a los métodos tradicionales, de vez en cuando hay que jugar, de vez en cuando hay que charlar, de vez en cuando hay que salir, de vez en cuando hay que soñar. Al final, sé que no hay una poción mágica para que todo salga bien, pero "depende de mi", suena un poco raro que me imponga toda la responsabilidad, pero:

  • si yo planeo mis clases
  • si yo tengo claro el propósito de lo que quiero alcanzar, las metas, objetivos. 
  • si yo tengo en cuenta el ritmo de aprendizaje de mis estudiantes, si yo los conozco.
  • si yo pienso positivamente mis estudiantes, si los visualizo trabajando, si los visualizo bien
  • si yo estudio y me actualizo 
  • si yo reflexiono sobre lo que hago y como mejorar
  • si yo intento cosas nuevas conservando la intencionalidad
  • si yo tomo con serenidad los desaciertos
  • si yo no me tomo todo personal.
  • si yo critico pero también aporto a la solución
  • si yo aprovecho el tiempo, porque por más que quiera el sistema, el ministerio, la secretaria de educación, las directivas me van a llenar de proyectos y formatos.
  • si yo trabajo con empatía 
  • si yo me felicito por lo que hago bien.
  • si yo conozco mis limitaciones
  • si yo soy respetuoso y objetivo en el trato a mis estudiantes
  • si yo no caigo en la desesperanza, o así caiga en ella, debo seguir adelante.
Si yo soy el buen ejemplo, a pesar de que muchos de mis estudiantes no lo valoren o lo agradezcan, mi trabajo, mi labor, mi vocación estará bien hecha.

Ahora he optado por tratar de ver todos los temas que como profesor de matemáticas TENGO que orientar, con el DEBER de llevarlos a realidad, a la de generar pensamiento critico, explicando en máximo 20 minutos, ejercitación en 20, tarea corta para repasar, cierre de clase con socialización y reflexión de la clase. Espero seguir este esquema que sin querer me quedo de la realización del vídeo de la ECDF, y que meses antes había iniciado y que me ha servido para ser más puntual en clase. No hay una receta mágica sólo hay una meta: mejorar, pues siempre seré el ejemplo para mis estudiantes, ese es mi legado como docente.

lunes, 2 de abril de 2018

Responsabilidad y culpa


Me encontré sin pensarlo con este video, y recordé todo lo que he vivido hasta hora como docente, donde puedo encontrar muchos culpables, pero al final es mi responsabilidad como profesor servir.

martes, 3 de diciembre de 2013

Presentación


Hola, mi nombre es José Noé Sánchez Sierra, Ingeniero Electrónico de Profesión pero de Vocación Docente, Dios me ha puesto en esta tarea y cada día que me levanto le ruego a él que la realice lo mejor que pueda, he creado este espacio para compartir mis aciertos y uno que otro desacierto acerca de mi vocación como Docente, esto con el fin de no olvidar aquello que ha salido muy bien, y lo que no ha salido como esperaba, pues "QUIEN NO CONOCE SU PASADO ESTÁ CONDENADO A REPETIRLO"


Agradezco de antemano a las instituciones donde he trabajado en especial a mi colegio donde me forme en bachillerato y también trabajé por primera vez como docente: la Institución Educativa Ramón Messa Londoño ubicada en la vereda de Pueblo Rico en Quimbaya, Quindío. Espero que toda la información que coloque en este sitio pueda ser de utilidad.

lunes, 19 de agosto de 2013

Hice una evaluación y casi todos la perdieron

Esta situación la he vivido varias veces, y siempre surge una inquietud ¿de quién es la culpa? y después surgen demasiadas preguntas, que muchas veces se quedan sin respuestas.

Hablando con mis compañeros, y escuchando sus comentarios se llega a una conclusión: - ah! es que los estudiantes de hoy en día son muy perezosos, no hacen tareas, no estudian, no hacen nada, se la quieren ganar simplemente por asistir-
A veces comparto esa opinión, pero en otras ocasiones me pongo a pensar, ¿será que la culpa es mía? y comienzo a reflexionar sobre lo que hago y dejo de hacer en clase, y analizar lo que hacen otros compañeros que no comparten su experiencia pero por medio de los mismos estudiantes uno se entera.

Los estudiantes le comienzan a contar: - profe, es que el profesor de Física del otro colegio era una cuchilla, y todos le corrían con los trabajos - - profe, es que con Juanita es más duro, con ella tenemos que estar calladitos, porque sino.... - profe, es que con Fulanito entendemos más- -profe, es que usted es muy buena gente y por eso se lo pasan por la galleta....-

Todos los días aprendo algo nuevo de y con mis estudiantes, sé que dar clase en décimo no es lo mismo que darla en once, o en un noveno o un sexto; con el ir y venir de todos los días uno comienza a conocer a los muchachos, y ellos a uno, en especial ellos a uno, y de una forma no tan explicita lo comienzan a medir. 

Había pensado que volver las clases un poco más amenas con conversatorios sobre la vida, sobre charlas éticas para darle la importancia al estudiar, redundarían en una mejora académica, y hasta el momento no ha sido así, no he logrado estudiantes proactivos, siguen siendo pasivos, esperando que uno los empuje para que hagan las cosas. 
También desde el área de Física y Matemáticas, pensé que explicar los ejercicios paso a paso, con cada detalle, con cada explicación entre operaciones y renglones le servirían, pero no ha tenido el efecto esperado, tal vez, porque hacen falta otros ingredientes.

Y allí es para donde va esta reflexión, los ingredientes que hacen falta NO LOS HE DADO YO como docente, porque sin querer se toma el camino fácil de poner el ejercicio y colocar un cero sino el estudiante no lo entrego, de esta manera no me complico la vida alegando -pensaba-, pero al observar las notas, al calificar las evaluaciones, lo que encuentro es decepción, ceros y unos como si se tratase de un código binario, pero más bien es la tragedia de un proceso que va por su calvario, y que al final del período son muchas cruces que toca ayudar a cargar.

Todo es un proceso, decía mi difunto padre, todo es un proceso, nada se puede tomar a la ligera, y los resultados con los estudiantes no se van a ver de un día para otro, y lo que tengo es lo que he conseguido por:
  • Dejar sacar el cuaderno en las pruebas
  • Permitir que entreguen tareas en otras fechas diferentes a las acordadas
  • No exigir en la entrega de tareas y ejercicios.
  • No calificar las evaluaciones con prontitud
  • Permitir que recuperen en la última semana con trabajos a la ligera.
  • Gastar más tiempo del necesario en conversatorios, estos son importantes, pero no se pueden tomar más del tiempo que se requiere para los temas.
  • Invertir el tiempo en múltiples actividades que no aportan directamente al desarrollo académico.

El comportamiento va ligado de la atención, y el interés del compromiso. Mi experiencia me dice que el comportamiento se mejora preparando las clases con anticipación, y corrigiendo con amor pero con firmeza, el interés es el gran interrogante, como hago para que un estudiante sepa que una actividad así no le guste se debe hacer, que una tarea por "maluca" que sea deba hacerse, o es que acaso en la vida no hay situaciones que uno quisiera no afrontar, y toca hacerlas porque de eso depende mi trabajo, la propia existencia.

Ese interés lo ve uno en algunos estudiantes, que son los que preguntan por el tema, los que hacen la tarea, ¿y los demás? Como yo no puedo hacer cambiar a los demás, voy a comenzar a cambiar yo, y a eso me refiero con no seguir creando malos hábitos en mis estudiantes, a exigir, a desgastarme un poco para que ellos sean mejores, porque todos nosotros siempre recordamos aquellos profesores que consideramos cuchillas, pero que los llevamos en el corazón porque nos pulieron, y esa es la huella que quiero dejar en mis estudiantes, así me lleguen a "coger bronca"

Muchos hemos tomado esta profesión desde un ámbito emocional, y muchas veces erramos por ello, no podemos ser tan déspotas y fríos, tampoco tan buenas gentes y flexibles, es un tire y afloje que sólo la experiencia y el compromiso por educar buenas personas nos puede guiar.

En mi caso, apoyado de actividades aplicadas al contexto trataré de conseguir interés, pero exigiendo día a día, sin bajar la guardia, revisando la tarea inmediatamente, llamando la atención para que vuelvan al camino del conocimiento, calificando oportunamente, no dejando sacar los cuadernos en las evaluaciones y dando espacios de asesoría para no permitir más el cuento de qué como no entendí no hice la tarea, y por eso no presento el examen.

Las palabra claves son EXIGIR con respeto, y CORREGIR con amor, si exijo me exijo a mi mismo para ser un mejor docente, para ser una mejor persona y para que mis estudiantes sean mejores que yo.

Ahora queda otro interrogante ¿qué hago con todos los que perdieron?
Pienso que no puedo detenerme a explicarles de nuevo el tema, ya es momento de que ellos busquen en biblioteca, en google, en youtube, con Julioprofe, que en verdad se esfuercen, es hora para mi, de romper con los malos hábitos que sin querer les he dado por el hecho de volver y volver a explicar, de dar y dar oportunidades,  SABER se presenta una vez, ya las otras son cuando no se supo aprovechar la oportunidad.

Ahora es momento de continuar y que al final del periodo puedan aprovechar la semana de recuperación, la academia es como la vida, y nada es regalado cuando en verdad hay dedicación y compromiso.